domingo, 6 de junio de 2010

Michelena

Si le gustan los libros, uno acaba teniendo una librería de referencia. Como la de muchos otros pontevedreses, Michelena fue la mía, el lugar donde se conocen las estanterías y se sabe el suelo que se pisa. No iba mucho últimamente, no al menos como antes. Cambio de gustos, supongo, nuevos tiempos, descubrimientos alternativos. Pero aún volvía de vez en cuando, quizás para saber que todo seguía igual y que el libro que había estado a punto de comprar un par de veces descansaba en el mismo sitio. Michelena echa el cierre. No da para más. ¿Y eso? Pues porque no se venden libros, una explicación incontestable. Así que, con la llegada de las rebajas por liquidación, no esperen ustedes colas a la entrada, aglomeraciones, señoras (y señores), sacando los codos. Eso sólo ocurre en El Corte Inglés. Lo que habrá aquí será un lento peregrinar para salvar los restos del naufragio antes de que se los lleve la marea. Nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario