viernes, 2 de marzo de 2012

No proteste, está prohibido


Si usted se siente perjudicado por los recortes, si cree que corremos peligro de cruzar líneas rojas que nada tienen que ver con el gasto superfluo y sí con una educación y una sanidad de calidad y si piensa, en resumen, que la austeridad no es el único camino, no puede protestar. No puede porque la imagen que se da de España en el extranjero es mala, qué van a pensar de nosotros, menudos bárbaros, pandilla de holgazanes. Si usted (vaya por dios, qué mala suerte, le tocan todas), si usted, digo, se considera afectado por la reforma laboral no debe ir a la huelga. No debe porque el país no está para esas cosas, sino para trabajar, que es lo que necesita. Yo se lo explico: cuando España va bien, no hay motivo para quejarse, y cuando va mal y se recortan derechos, lo mejor es dedicarse a arrimar el hombro para salir todos juntos de la crisis. Mire que es sencillo todo y usted no lo consigue entender.

2 comentarios:

  1. Lamento la desafortunada frase de que el periódico "nos os merece", pretendiendo halagarle a usted y en general a los buenos columnistas que escriben en él. Solo es un frase hecha sin menoscabo para el Diario que por cierto compro todos los días.

    Aclarado esto, entiendo que las lineas que escribe sobre el derecho o no a pataleo, que es lo que nos queda, es pura ironia.
    Tampoco se trata de salir a incendiar calles, claro que no, pero algo habrá que hacer que esto no pinta nada bien.

    Un saludo, Adrián.

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  2. Disculpe usted, peatón feliz, pero yo tengo una fijación especial por que la gente que trabaja conmigo en el periódico tenga alta la autoestima, que se sienta orgullosa de lo que hace y del periódico en el que escribe, y eso, a veces, me pone a la defensiva, o, más bien, a la ofensiva.

    Sobre el artículo, obviamente es irónico. El colmo de lo que digo se está viviendo ahora con las quejas sobre la manifestación del 11-M. El objetivo es desviar la atención hacia el absurdo de que se menosprecia a las víctimas del terrorismo para así no asumir el debate sobre esta reforma laboral hecha con la motosierra en la mano.

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