Existe una corriente de opinión dentro del PP de Pontevedra, y también entre los militantes de otras formaciones, que asocia el bajón de Telmo Martín en las elecciones municipales de 2011, cuando cayó de 12 a 11 concejales, a su decisión de prescindir de Lupe Murillo. La realidad es que aquella apuesta de Telmo influyó en el resultado, pero que todo se debió a una conjunción de factores, entre los que ocupa un lugar principal el deterioro absoluto de la imagen del entonces candidato del Partido Popular: del alcalde de Sanxenxo triunfador que llegó en 2006 al promotor implicado en el caso Construcuatro de 2011, lo que, unido a la recuperación del BNG de Miguel Anxo Fernández Lores tras los años del despotismo ilustrado, propició la derrota.
Esa corriente de opinión, sin embargo, delata la importante influencia de Lupe Murillo como canalizador de los descontentos dentro del PP de Pontevedra. Lo era en el tramo final de Telmo Martín y lo está siendo desde que Jacobo Moreira tomó el mando. Si a algún afiliado no le gusta el líder, dentro de su discurso acabará surgiendo antes o después el nombre de Lupe Murillo, sobre todo una vez que el del presidente de la AJE, José Manuel Valenzuela, un candidato en potencia muy solvente, se ha diluido en el tiempo. (...)
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