sábado, 26 de julio de 2014

Los cinco pilares del Carabela

Ha sido una lucha silenciosa, casi se diría que subterránea, que el Carabela ha ido perdiendo como Olano fue perdiendo media docena de Tours, minuto a minuto. Hablamos de Historia de Pontevedra, así que lo mejor, para no perdernos y saber dónde ponemos los pies, sería empezar por el principio. El principio son un puñado de periódicos viejos y amarillos. Porque si se consultan las hemerotecas en busca de los orígenes de la hostelería local, siempre se acaba uno topando, antes o después, con el Savoy y el Carabela y, por extensión, con sus camareros de leyenda, Paquito y Eloy.
Ese equilibrio de poder se fue al garete cuando el Savoy echó el cierre y mantuvo la verja puesta durante casi una década. Ahí llegó el monopolio absoluto del Carabela, que apenas se inquietaba, mínimamente, por Los Soportales, allá a lo lejos, en otra Liga. No se veían más bares a la redonda. El Tío Gilito, aunque también fuese capaz de servir gintonics, no contaba.
 
Las cosas empezaron a cambiar cuando abrió el San Francisco, (...)
 

2 comentarios:

  1. Genial. Si quieres te cuento donde compro yo él mejor licor de café qué he probado en vida y ya son unos cuantos. También te confieso qué como todo lo artesanal a veces sale algún renglón algo torcido

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  2. Un placer verle por aquí de nuevo, Fraguasa, que esto decae cuando no se pasa. Yo con el licor café prácticamente tengo un contrato de exclusividad con mi tío Manolo: solo bebo el suyo. Es raro que tome licor café en un bar, porque no me suele gustar. El Carabela es una de esas excepciones.

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