Llevamos diez días escuchando lo buena que es la sanidad española. Las necedades del consejero madrileño que señaló a la enfermera Teresa Romero como culpable de su ébola nos han llevado a eso: a defender lo obvio. Para defender lo obvio, pero bajando del mundo de las ideas al mundo de lo palpable, quiero explicarles un caso concreto: el de mis dos hijos. El mayor tiene cinco años; el pequeño, dos. Sin padecer ninguna enfermedad grave, ambos han sufrido pequeñas complicaciones que nos han llevado a recorrer los centros sanitarios de Pontevedra como si fuese una ruta turística. Neonatos, Cardiología, Traumatología, Medicina interna. Un historial conjunto que nos ha permitido sumar más visitas al médico que Prosinecki.
El último episodio lo vivimos el fin de semana pasado (...)
http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/366076-blanco-son
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