lunes, 16 de febrero de 2015

El orgullo de ser el último

Hay un bonito anuncio de Coca Cola que seguro que han visto. Los voluntarios de una carrera popular están recogiendo la parafernalia de la línea de meta cuando a lo lejos se vislumbra un último corredor al que nadie espera ya. Un Sidney Poitier en casa de Spencer Tracy. El hombre llega destrozado y con una sonrisa en la cara. Pese a ese rollito americano de nunca rendirse, de superación y sacrificio, bordeando un tono sentimentaloide, es un buen anuncio. Porque tiene un punto importante de realidad: esa escena, pero en la vida de carne y hueso, sin spots, estuvo a punto de ocurrir hace doce días en la carrera popular de San Brais. El speaker ya había anunciado el fin de la prueba. Es posible que Víctor Riobó, el ganador, ya se hubiese duchado, porque hacía más de media hora que había cruzado la meta con un tiempo de 20.15 (...)

http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/391807-orgullo-ser-ultimo

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